De variada tipología y tamaño, los anzuelos fueron construidos sobre cuernos de cabra. Son objetos alargados y corvos, con una caña prolongada mediante una zona de transición o codo hacia la extremidad inferior, marcadamente curva y acabada en punta; la extremidad superior termina en un engrosamiento irregular. Las huellas de uso detectadas en algunos ejemplares confirman su empleo en labores pesqueras por parte de los primeros pobladores de Tenerife.
Este ejemplar, procedente de Santiago del Teide, forma parte de la exposición permanente del Museo de la Naturaleza y el Hombre y se puede contemplar en la sección “La actividad productiva”, en la primera planta, concretamente, en el área “La agricultura y la recolección”.
«Tras el cristal» surge con la idea de recuperar del olvido aquellas piezas que, en su momento, fueron seleccionadas para formar parte del libro “Tras el cristal. Una visión de los museos del Cabildo de Tenerife”.